Preenfriamiento

Durante el tiempo de cosecha,  los productores se enfrentan con el desafío de hacer que sus productos, lleguen al consumidor final en óptimas condiciones.

Para lograr este objetivo se deben efectuar buenas prácticas de producción y manejo, en el tiempo posterior a la cosecha, que tienen que ver con el almacenamiento y manipulación de los alimentos.

La calidad  no puede ser mejorada después de la cosecha, sin embargo, ésta puede mantenerse.  Es así como tenemos que podemos analizar el caso de las uvas de mesa, las cuales son sensibles por la pérdida de agua, además de ser  propensas a podrirse después de ser cosechadas. La tasa de deterioro de estas uvas está estrechamente ligada con la temperatura. Si se presenta una reducción de 0.5ºC, las uvas pierden agua y se empiezan a descomponer. En ese caso en particular al no darse un preenfriamiento adecuado, se puede observar como el producto se arruga y toma una coloración marrón.

El anterior  hecho permite concluir, que la temperatura específica del producto debe ser  conservada continuamente. La temperatura es el factor condicionante del mantenimiento de la calidad post-cosecha.

Para reducir la temperatura de los productos cosechados, es conveniente que estos sean transportados inmediatamente a frigoríficos adecuados.  El preenfriamiento puede lograrse a través  de varios métodos, entre estos; el enfriamiento por aire forzado, el enfriamiento por agua o hydrocooling, por la utilización de hielo y por vacío o vacuun cooling.

Retornando al caso de las uvas, es sabido que  los métodos de enfriamiento por vacío o agua son inapropiados, dado que para la conservación de la uva solo puede usarse aire.  Sin embargo, el método de preenfriamiento de vacío ha demostrado ser efectivo, en el proceso de preservación de flores, al extender la vida de estás.

El manejo post-cosecha es vital en el procedimiento de producción de frutas y hortalizas frescas de optima calidad.  Resulta importante mantener el nivel de frescura desde el momento de la recolección hasta el consumidor final.  Un productor, que pueda resolver los desafíos de enfriamiento de almacenamiento de sus productos, tendrá mayores oportunidades para comercializarlos.

El productor  necesita acceder a conocimientos técnicos, financieros y prácticos sobre el  preenfriamiento, transporte y almacenamiento  si su fin es acceder al mercado con mayores ventajas comparativas.

Si bien es cierto, el productor  conoce todo lo pertinente sobre el cultivo de frutas y hortalizas, hasta el momento de la cosecha,  desconoce en gran parte el manejo que debe hacerse durante el proceso de preservación o preenfriamiento de los alimentos y sus costos.